26.4.06

y lo escribí hace 3 semanas...

El dia que se atrevió a asomarse a la ventana, sus trenzas ya no llegaban al suelo, aunque eso daba igual porque tampoco había nadie que fuera a trepar por ellas. Por muchas manzanas que se comiera, o por muchos husos con los que se pinchara, ningún príncipe iría a despertarla con un dulce beso.

Y empezó a llorar y a llorar, con la esperanza de formar un mar de lágrimas por el que navegara algún marinero en su búsqueda. Y cantó como las sirenas para dar fuerza a su sueño.

Pero era demasiado tarde. Tenía que asumir que ya no había zapatito de cristal, que su hada la había dejado plantada, y que el amor es cosa de cuentos, no de princesas encerradas en torres de oro.

2 Comments:

Blogger B13 said...

Donde esta esa torre? Si la princesa me interesa, me planto allí, y por mis huevos q la saco aunque haya q tirar al suelo la puta torre a ostias.
No será la misma japuta del cuento del enano? Pq como sea esa, le van a dar mucho por el culo.
Cualquiera se fia hoy en dia de las princesas, te toca una como la Estefanía de Monaco, y casi te vale la pena volver a encerrarla.
Pero bueno, yo no pierdo la fe, alguna princesa en condiciones tiene que quedar, aunque solo sea por pura estadistica.
Ahora que lo pienso, me suena que hay una de esas que no anda muy lejos...

11:25 p. m.  
Blogger Niña melón said...

caxis... y voy yo y me corto el pelo!!
creo q esta los prefiere con corazón, le preguntaré cuando la vea

12:09 a. m.  

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